El Toro Ártico es una formidable criatura que habita en las regiones más frías de Oromîr. Estos animales viajan en manadas bien organizadas, atravesando las duras y gélidas montañas con gran facilidad. Son conocidos por su fuerza descomunal y su resistencia a condiciones climáticas extremas. La apariencia del Toro Ártico destaca por su espeso pelaje blanco y sus imponentes cuernos que utilizan tanto para defensa como para atravesar obstáculos en el terreno.
A pesar de su enorme fuerza, los Toros Árticos tienen un rango de ataque limitado, lo cual puede ser una desventaja frente a enemigos más ágiles o con habilidades de combate a distancia.
| Información | Especificaciones |
|---|---|
Especie |
Vacuna. |
Personalidad |
Son animales neutrales pero con un temperamento fuerte. Defienden ferozmente su manada y se han registrado casos de ataques simplemente por acercarse demasiado a su territorio. |
Hábitat |
Lugares de temperaturas bajas extremas, principalmente montañas nevadas y tundras. |
Comida Favorita |
Flores rojas, las cuales se encuentran en raras ocasiones entre la nieve y que aportan nutrientes esenciales para su subsistencia. |
Género |
Son sexuales y necesitan otro individuo de su misma especie, pero de género opuesto, para reproducirse. |
Habilidad Especial |
Peligro Terrestre: Al tomar carrerilla el toro ártico podrá correr a su velocidad máxima, mientras hace esto puede provocar un temblor 10 metros alrededor de él, cosa que provoca inestabilidad o directamente que los seres bípedos caigan al suelo sin poder levantarse. (No aplica a seres cuadrúpedos) |
El pelaje del Toro Ártico es altamente resistente a las bajas temperaturas, actuando como un aislante natural que le permite sobrevivir en climas extremos. Curiosamente, este pelaje también proporciona cierta protección contra el calor, haciendo que sean igualmente capaces de soportar temperaturas altas por breves períodos.
Los Toros Árticos viven en manadas organizadas y altamente protectoras. El sentido de unidad es esencial para su supervivencia, ya que su estrategia de defensa se basa en la formación grupal para enfrentarse a cualquier amenaza.
Si bien los Toros Árticos no suelen atacar a menos que se sientan amenazados, su gran fuerza y velocidad pueden convertir cualquier encuentro con ellos en un verdadero desafío, especialmente si la manada se ve en peligro.
